"Adoración de los Magos", Giotto (siglo XIV). |
La verdad es que la Biblia da poca información sobre los personajes: sólo señala que unos "magos" de Oriente fueron, siguiendo una estrella, a adorar al niño. Como veis, ni se menciona el número, ni el nombre, ni que fueran reyes. A partir de ahí, y basándose en evangelios apócrifos y leyendas múltiples, plena libertad creativa para fijar los modelos de representación.
Mosaico de los Magos en la basílica de S. Apolinar il Nuovo (siglo VI) |
Primero se fijó que fueran tres, se les nombró como Melchor, Gaspar y Baltasar y se les identificó por sus vestiduras con paganos (persas, tal vez) adorando al hijo de Dios.
Ábside de Sta. María de Tahull (siglo XII) |
Más tarde se decidió que identificarían a los hombres de todas las edades, representándose a un joven, un adulto y un anciano. Fijaos, además, que ya son Reyes, puesto que portan corona (aunque este elemento varía según la representación).
Adoración de los Magos, A. Mantegna (siglo XV) |
Por fin, como sabéis, a partir del siglo XV se fijó que fueran una representación de las tres razas (o los tres continentes conocidos en aquel momento: Europa, Melchor, el blanco; Asia, Gaspar, el amarillo; y África, Baltasar, el negro; poco después se descubrió América, pero no era cuestión de inventarse uno nuevo, y se dejó así).
Sea como sea, lo importante es responder a dos preguntas: ¿Os han traido lo que habéis pedido? y, sobre todo, ¿para qué demonios sirve la mirra?
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